El lápiz de color - La técnica Consiste en "mezclar" pigmentos secos entre sí, y al contrario que por ejemplo en la técnica del óleo (pigmentos líquidos mezclados previamente entre si en la paleta), un color determinado se consigue mediante la superposición de capas de diferentes colores sobre el soporte y con las transparencias resultantes. El color blanco "no existe" y al igual que en la acuarela se ha de prever qué zonas precisaran ser reservadas (brillos) para utilizar el blanco del soporte/papel como tal. |
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El soporte/papel sólo admite una determinada cantidad de pigmento. Si nos excedemos, el dibujo quedará saturado, apagado e indefinido y la fibra del papel comenzará a desprenderse. El lápiz de color no permite ser borrado con una goma; siempre quedaran rastros de los trazos y del color. El papel quedará emborronado y surgirán los temidos "pelitos" del papel. La técnica es muy lenta, ya que no se consiguen grandes superficies de tonalidad como con las técnicas húmedas, sino que hay que trabajar un determinado color a base de capas y milímetro a milímetro. |
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Cualquier dibujo por pequeño que sea, requiere como mínimo de 15 a 45 días de dedicación a jornada completa. |